son varios los problemas, que en consecuencia se pueden resumir en un solo gran problema, el odio. el odio a la sociedad pútrida y falsa a la que estamos sometidos, odio a mirar sus caras llena de sonrisas falsas, odio escuchar sus falsas promesas y mentiras nauseabundas llenas de veneno por dentro con el solo hecho de conseguir un minuto de fama y felicidad.
el germen de esta enfermedad, lo llevo yo incrustado en mis viseras, pero sin duda alguna proviene del exterior, del odio que me han generado las diversas situaciones y personas que sin duda nuestras relaciones interpersonales en alguna ocasión de mi vida han generado situaciones de alegría o bienestar, pero que con el paso del tiempo y el alejamiento físico, esos mismos seres que te producían bienestar, te apuñalan por la espalda y golpean tus rodillas para hacerte caer, son lobos vestidos de oveja, son falsos mesías de felicidad, son falsos pilares en los que no conviene apoyarte.
la situación es clara cuando te das cuenta que rouseseau tenia razón al decir que "el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe" que no podemos confiar en gentes, que el único confidente, y ser vivo que nunca te traicionara, eres tu mismo. Es por esto mismo que siento nausea al recordar sus rostros, siento nausea al imaginar como te disparan balas de maldad con sus lenguas rastreras, y generan el peor daño causado por el hombre por medio de la comunicación por palabras.
dada esta situación, la mejor solución seria la "solución final", la muerte de ustedes o la muerte propia, hemos demostrado que nuestra convivencia es incompatible, que sus acciones y o palabras hacia las personas dejan bastante que desear, que su moral occidental y sus valores cristianos pueden irse a la conchadesumadre, que como personas me dan nausea y que mientras más los conozco, más quiero a mis perros.
espero no verlos nunca más, puesto que son vivoras, con la gran diferencia que ustedes son peor, ya que la vivora no sabe razonar, y no distingue el bien del mal, claro está que ustedes tampoco, puesto que su corazón y su espíritu solo conoce el concepto del mal.